Pedir, creer, recibir
Compartir
En nuestro viaje por la vida, a menudo nos encontramos esforzándonos, anhelando y, a veces, luchando. Deseamos satisfacción, paz y felicidad, pero con demasiada frecuencia nos quedamos cortos. ¿Por qué? ¿Podría ser que, a veces, simplemente nos olvidamos de preguntar?
Reflexionemos un momento sobre las palabras de Santiago 4:2: “No tenéis lo que deseáis, porque no pedís”. Esta sabiduría atemporal dice mucho, no solo en materia de fe, sino también en el ámbito del cuidado personal.
¿Cuántas veces nos hemos negado el cuidado, la atención y la compasión que tan desesperadamente necesitamos? ¿Cuántas veces hemos descuidado nuestro propio bienestar, sufriendo en silencio en las sombras, todo porque dudamos en hablar, en pedir lo que verdaderamente merecemos?
Amigos míos, el autocuidado no es un lujo, es una necesidad. Es la base sobre la que construimos nuestra resiliencia, nuestra fuerza y nuestra capacidad para enfrentar los desafíos de la vida. Pero el autocuidado comienza con la autoconciencia y prospera gracias a la autodefensa.
Debemos aprender a reconocer nuestras propias necesidades, nuestras propias limitaciones y nuestros propios límites. Y una vez que lo hagamos, debemos ser lo suficientemente valientes y audaces para pedir lo que necesitamos. Ya sea un momento de soledad, un oído atento o una mano que nos ayude, no debemos tener miedo de pedirlo.
Pero no nos detengamos ahí. Extendamos este principio de pedir más allá de nosotros mismos y a nuestras relaciones, nuestras comunidades y nuestros lugares de trabajo. Creemos culturas de cuidado, donde pedir ayuda no se considere un signo de debilidad, sino un testimonio de nuestra humanidad.
Porque cuando pedimos, abrimos la puerta a las posibilidades. Invitamos el apoyo, la comprensión y la conexión. Afirmamos nuestra propia valía, nuestro propio valor y nuestro propio derecho a prosperar.
Te insto a que aceptes el poder de pedir. Escríbalo, déjalo claro y deja que sea tu brújula, tu luz guía, mientras recorres el camino del autocuidado y el autodescubrimiento. Y recuerda, no tienes porque no pides. Así que, pregunta y observa cómo el mundo se abre ante ti de maneras que nunca creíste posibles.
Pasos para crear un tablero de visión:
- Establece tus intenciones: comienza por aclarar tus objetivos, deseos e intenciones para tu tablero de visión. ¿Qué quieres manifestar en tu vida? ¿En qué áreas de autocuidado quieres concentrarte?
- Reúna materiales: recopile revistas, imágenes, citas y otros materiales que resuenen con sus intenciones y representen su visión del cuidado personal y el bienestar.
- Crea espacio: busca un espacio tranquilo y cómodo donde puedas distribuir tus materiales y trabajar en tu tablero de visión sin distracciones.
- Visualiza tus sueños: cierra los ojos y visualiza tu estado ideal de bienestar. Imagínate viviendo tu mejor vida, en total sintonía con tus valores y deseos.
- Seleccione imágenes y palabras: hojee revistas y otros materiales, seleccionando imágenes, palabras y frases que le hablen y reflejen su visión del cuidado personal.
- Ordena y pega: ordena las imágenes y palabras que hayas elegido en una cartulina o lienzo de forma que te resulten significativas y visualmente atractivas. Juega con diferentes diseños y combinaciones hasta encontrar la disposición perfecta.
- Agregue toques personales: considere agregar fotos personales, dibujos u otros elementos que tengan un significado especial para usted y su viaje de cuidado personal.
- Reflexiona y revisa: da un paso atrás y tómate un momento para reflexionar sobre tu tablero de visión. ¿Representa con precisión tus objetivos e intenciones de autocuidado? Haz las revisiones o adiciones necesarias para asegurarte de que tu tablero de visión parezca auténtico e inspirador.
- Muestra tu tablero de visión: coloca tu tablero de visión en un lugar visible donde lo puedas ver con frecuencia, como tu dormitorio o tu oficina. Tómate un tiempo cada día para visualizar tus objetivos e intenciones mientras contemplas tu tablero de visión.
- Tome medidas inspiradas: use su tablero de visión como fuente de motivación e inspiración para tomar medidas positivas para lograr sus objetivos de cuidado personal. Confíe en el poder de sus intenciones y en el universo para que lo apoye en su camino.
Recuerda que tu tablero de visión es un reflejo de tus deseos y aspiraciones más íntimos. Deja que te guíe en tu camino hacia el autocuidado y el autodescubrimiento y observa cómo tus sueños se van haciendo realidad ante tus ojos.
Intenciones de autocuidado:
- Manifiesto abundancia y alegría en todos los aspectos de mi vida.
- Establezco intenciones claras para mi cuidado personal y las priorizo diariamente.
- Atraigo energía positiva y oportunidades de crecimiento y sanación.
- Alineo mis acciones con mis intenciones, creando armonía y equilibrio.
- Cultivo la gratitud por el momento presente y todo lo que ofrece.
- Visualizo mi estado ideal de bienestar y tomo acciones inspiradas para lograrlo.
- Libero cualquier duda o miedo que se interponga en mi camino hacia el autocuidado.
- Confío en que el universo me apoyará mientras honro mis necesidades y deseos.
- Abrazo el proceso de autodescubrimiento y amor propio con los brazos abiertos.
- Soy el creador de mi propia realidad y elijo crear una vida llena de amor, alegría y abundancia.
Escribe tu visión (Steve Harvey) https://youtu.be/DlMAIYd7-J4?si=swuMO2o6vG34EgF_